lunes, 15 de abril de 2013

Arbol de la Vida



“... Lo que piensas, lo que dices y lo que haces 

crea la realidad en la que vives. 

Lo exterior es en realidad un espejo de lo interior.

El ser humano sólo experimenta sucesos 

que se relacionan con su destino por afinidad. 

Todo está conectado y relacionado entre sí. 

La realidad es un organismo unificado. 

Por consiguiente la vida consiste en estar en el mundo 

pero orientado hacia el origen. 

Es la búsqueda de la armonía de la dualidad. 

Lo material no se contradice con lo espiritual, 

sino que se complementan. 

La conciencia se encuentra en la armonía 

entre lo vertical (arriba-abajo) 

y lo horizontal (adentro-afuera)...”.


El árbol de la vida

es uno de los símbolos cabalísticos más importantes del judaísmo.

Está compuesto por 10 esferas (sefirot) y 22 senderos,

cada uno de los cuales representa un estado interno (sefirá)

que acerca a la comprensión de uno mismo y al todo universal.


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Extraído de Portal Hinéni (sitio cancelado) - Kabaláh - Grupo Emet - Portal Hinéni http://grupoemet.blogspot.com.ar/p/el-grupo-emet-portal-hineni.html
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Principios:


1. No creas una sola palabra de lo que leas. Comprueba las lecciones aprendidas.

2. Existen dos realidades: El reino de la oscuridad y el reino de la luz.


(Aquello de que son símbolos Adán y Eva en la Biblia; el yin y el yang; positivo y negativo, etc.)

3. El gran deseo humano es Luz espiritual.


(Hay una estructura de evolución, como un organigráma llamado los Diez Sefirot, que supuestamente son los Diez Mandamientos entregados a Moisés. 

En ellos se reflejan los niveles de aprendizaje del nivel básico en que vivimos, el nivel superior, hasta los seres iluminados, plenamente conscientes)

4. El propósito de la vida es la transformación espiritual de un ser reactivo a un ser proactivo. 


(Hay un tratado interesante sobre la Teoría de la Reactividad y la resistencia.

Básicamente te indica el camino a no reaccionar movido por las emociones de tu ego.

Cada vez que detengas ese tipo de actos, serás proactivo y evidenciarás manifestaciones de la luz interior, de consciencia… Y de ahí el siguiente principio…)

5. En el momento de la transformación hacemos contacto con el reino de la luz (dentro del proceso de transformación se hace hincapié en identificar al Ego, como la gran bestia que ha subyugado a la humanidad, del arameo se traduce como El Satán, y que en Cabalá se identifica como el Gran Oponente hacia tu estado consciente).

6. Jamás culpes a otras personas o a eventos externos.

7. Resistir los impulsos reactivos crea luz duradera.

8. El comportamiento reactivo crea chispas de luz, pero termina dejando oscuridad inmediatamente después.

9. Los obstáculos son nuestra oportunidad de conectar con la Luz.

10. Mientras mayor es el obstáculo, mayor es el potencial de Luz.

11. Cuando los retos parecen arroyadores, inyecta certeza. ¡La luz siempre está ahí! 


(La certeza no significa que obtendrás lo que deseas, sino que obtendrás aquello que necesitas para aumentar tu crecimiento espiritual)

12. Todas las características negativas que detectas en los demás son solo un reflejo de tus propias características negativas.


Sin fanatismos, esta es la concepción básica de la Cabalá. 

Hay un libro sagrado de 23 tomos que se llama el Zohár para aquellos que quieran seguir estudiando la cosa. 

Más mente. 

Aquí, su concepción basta, en este camino ecléctico de tomar, de cada ingrediente sabio, una pisca.

Al final en este camino hay muchas coincidencias. 


El efecto mariposa tan explícito en la Cabalá es un buen recorderis de que al final puedes hacer lo que quieras. 

Que no te interese toda esta carreta. 

Que a lo mejor todos estamos locos chiflados de remate. 

Pero lo que quiera que hagas, NO HAGAS DAÑO.

Y, finalmente, la cita del cabalista Salomón Gabirol:

“Al buscar la sabiduría,
 
el primer paso es el silencio;
 
el segundo, escuchar;
 
el tercero, recordar;
 
el cuarto, practicar;
 
el quinto enseñar.”

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