lunes, 8 de abril de 2013

Experiencias No Habituales - Omar Paladini


Sin experiencia no hay cimientos. Podemos incorporar hasta el mínimo detalle intelectualmente una doctrina y solo sera quizás un andamiaje vacío sin el registro interno de lo que se cree y razona.

Es desde el registro interno -positivo o negativo- que vamos teniendo con el acto lanzado en el momento presente que podemos aceptar o rechazar la dirección mental que toman nuestros actos, y estás experiencias van más allá del mero razonamiento, es hasta visceral, corporal, ya que de ellas tenemos hasta registro físico, tensión y distensión, malestares físicos o buen tono corporal.

Lo dicho: Sin experiencia no hay cimientos, y es desde esos cimientos que nos van dando los registros positivos o negativos de los actos que lanzamos al mundo en el momento presente que va variando nuestra realidad de sujetos, realidad subjetiva, más realidad que experimentamos a cada instante, realidad fluida, que se puede direccionar hacia la monstruosidad más inhumana, o hacia la bondad más compasiva.

Sera quizás mejor para uno mismo y para quienes nos rodean que nuestros actos se apoyen en la experiencia de la bondad compasiva, ya que desde ahí una nueva humanidad va naciendo.



Dar una explicación racional a experiencias que no pasan por la razón es muy difícil. 

De las experiencias no habituales que uno experimenta puede hacer infinitas interpretaciones.

Si uno en su mundo interno se mueve en forma limitada y rígida, cualquier experiencia fuera de lo habitual sera considerada rara.

No estamos acostumbrados a tener experiencias más sueltas, y a veces en las propias experiencias están las respuestas, y no en las interpretaciones que hacemos de ella.

Dogen, el maestro zen, decía: "... No me preguntes adonde voy, ya que viajo por este mundo sin límites, donde cada paso que doy es mi hogar...".

"cada paso que doy es mi hogar", dice. Muy interesante.

 
Lo que uno siente no es necesario explicarlo, basta que uno tenga registro de si es positivo o negativo.

Las experiencias que van más allá del yo periférico, se experimentan con más distancia y amplitud que las experiencias  comunes, donde las imágenes están ”pegadas” a lo que sentimos, pensamos, y creemos (“la realidad”, lo que creemos que es la realidad como algo indubitable, el mayor de los engaños, para mí)

Retomo lo dicho por Dogen que sintetiza mi sentir: "cada paso que doy es mi hogar"

Es interesante si uno, de lo que intuye, por ejemplo, y pongo un ejemplo lo más neutro posible, 

decía que, si para vos va a llover, por más que el cielo este despejado, y despues llueve.  

Y vuelve a pasar lo mismo otro día, de que por más que el cielo este despejado para vos igual va a llover, y llueve de nuevo.

En esos casos la fe en lo que intuimos aumenta. Aumenta la fe y la certeza en el registro interno de lo que intuyo.

 
Hay casos mucho más complejos por lo que implica para uno y para los otros.

¿Que pasa si una persona esta sana, se ve sana y vos intuis que se va a enfermar, y no de una gripe? ¿Que pasa si eso te ocurre varias veces con personas que se enferman de diferentes tipos de cáncer? Debe ser muy difícil de experimentar.

Y sobre todo debe ser difícil saber el que hacer con esa información, que no llega por vía racional , sino intuitiva, pongámosle.

Información que ni nosotros podemos fundamentarnos lógicamente a nosotros mismos, y menos a otros.
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No hay recetas, cada uno en cada circunstancias vera como hace, como actuá ante esas circunstancias que se presentan.

Las experiencias no son transferibles. Y uno puede compararlas con las que otros han tenido para tener una referencia de lo que esta experimentando,

o como el mapa de referencia de un viajero para tener una idea de lo que vendrá;

y como dijo alguien, “el mapa no es el territorio”, es solo eso: un mapa, una referencia sígnica y simbólica para no perdernos en el camino, nada más.

 
Ese tipo de experiencia no habitual, en el momento que se da, no necesita de mapas ni interpretaciones, están de más, ya que en esos estados "cada paso que doy es mi hogar".

Es para mi, como en el caso que ejemplifica un cuento zen:

"... Un discípulo se quejaba a menudo 

de que su maestro no le explicaba bien las cosas.

Un día paseando maestro y discípulo por el campo, 

dijo el discípulo: "qué olor tan agradable el de las flores".

A lo que el maestro respondió: "Ves como no te oculto nada"...”


Hay personas que se sienten un bicho raro al tener ciertas experiencias no habituales de conciencia.

En realidad, bicho raro se tendría que sentir quien no tiene ninguna experiencia fuera de lo común en su vida.

Ejemplo: experiencias ligadas al sentimiento religioso: Cada persona lo interpreta su manera desde su marco de creencias.

Y aparentemente los podes oír hablar y parece que estuvieran hablando de cosas distintas, cuando si expresan con claridad la experiencia que en si tienen, y no la interpretación que hacen de ella, la experiencia interna que relatan es la misma.

Es decir, en cuanto a conexión con los otros, si uno se conecta con los otros desde esa experiencia profunda, lo demás es irrelevante.


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Texto ampliado el 06-02-2018 - 16:50 Hs.
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