miércoles, 3 de abril de 2013

Sumak Kawsay: Buen Vivir - Vida en Plenitud



El Sumak Kawsay, dicho en español: Buen Vivir, es un modelo o forma de vida que promueve relaciones más sustentables con la naturaleza y menos materialistas, constituyendo una opción ante el modelo desarrollista del "vivir mejor".
 
El concepto proviene del idioma quechua y forma parte de las culturas indígenas del centro de Sudamérica, estando presente de forma similar entre los aymará como suma qamaña y entre los guaraníes como teko porâ o teko kavi. En su significado original, tenemos:  



Sumak: Hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta.

Kawsay: Significa vida, pero una vida digna, en plenitud.

El sumak kawsay considera a las personas como parte de una comunidad humana, la cual es un elemento de la Pachamama o Madre Tierra (madre mundo).

Así, a diferencia de otros paradigmas, el buen vivir busca el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades ("tomar solo lo necesario" con vocación para perdurar), sobre el mero crecimiento económico;

es decir, una forma de vida más digna y más apegada a la vida, inspirada en los valores tradicionales indígenas.

El término Sumak-Kawsay ha sido tomado en cuenta solamente en sentido desarrollista occidental (buen vivir) / olvidando que este término en el mundo andino abarca lo humano, lo natural, lo ancestral y lo divino.

Esta noción que ha sido traducida como “Buen Vivir”, debe ser traducida como “Vida en plenitud”, ha sido retomada y recreada desde la confirmación de las vivencias ancestrales de los pueblos indígenas y de su forma de construir tanto su socialidad como su relación con la naturaleza.

En la recuperación de sus formas ancestrales de convivencia, los pueblos indígenas han encontrado, de una parte, las formas políticas de resistencia al capitalismo y a la modernidad / y, de otra, las alternativas a ese mismo sistema capitalista.

Sumak kawsay es la expresión de una forma ancestral de ser y estar en el mundo.

El “buen vivir” expresa, refiere y concuerda con aquellas demandas de “décroissance” de Latouche, de “convivialidad” de Iván Ilich, de “ecología profunda” de Arnold Naes. El “buen vivir” también recoge las propuestas de descolonización de Aníbal Quijano, de Boaventura de Souza Santos, de Edgardo Lander, entre otros.

El “buen vivir”, es otro de los aportes de los pueblos indígenas del Abya Yala, a los pueblos del mundo, y es parte de su largo camino en la lucha por la descolonización de la vida, de la historia, y del futuro.

Es probable que el Sumak Kawsay sea tan invisibilizado (o lo que es peor, convertido en estudio cultural o estudio de área), como lo fue (y es) el concepto del Estado Plurinacional.

Mas, en la prosa del mundo, en su signatura de colores variados como el arcoiris, en su tejido con las hebras de la humana condición, esa palabra, esa noción del “buen vivir”, ha empezado su recorrido.

En los debates sobre la nueva constitución ecuatoriana, junto a los derechos de la naturaleza y el Estado Plurinacional, ahora se ha propuesto el Sumak Kawsay como nuevo deber-ser del Estado Plurinacional y la sociedad intercultural.

Es la primera vez que una noción que expresa una práctica de convivencia ancestral respetuosa con la naturaleza, con las sociedades y con los seres humanos, cobra carta de naturalización en el debate político y se inscribe con fuerza en el horizonte de posibilidades humanas.

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Extraído de: http://es.wikipedia.org/wiki/Sumak_Kawsay , http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/40859 , y el texto "Sumak Kawsay" (La vida en plenitud) de Pablo Dávalos, economista y profesor universitario ecuatoriano.
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