Viendo y escuchando un programa de TV que versaba sobre los avances últimos en el campo de la informática, telemática y el tan mentando campo de las ‘superautopistas de la información’, específicamente la red global Internet, el entrevistado hacía sus comentarios sobre las diversas operaciones en red y las tecnologías correspondientes, poco a poco abordó el campo de la publicidad por Internet.
La publicidad electrónica y la tecnología ‘de empuje’ merced a la cual se introducen cartelitos forzadamente con afinidad al espectro de interés del usuario en ese preciso momento.
Dos usuarios o más al mismo tiempo y en el mismo lugar, percibirían diversos cartelitos o anuncios ‘ciberpublicitarios’.
Así los llamados 'banners', sus dimensiones, su presentación y duración, la variedad, frecuencia etc. son aspectos de la mayor preocupación actualmente, desde el punto de vista tanto técnico como comercial.
Todo ello en el contexto de las técnicas utilizadas, porque de alguna manera los programas reconocen los temas en que se interesan los usuarios y presentan publicidad en esos campos precisos. y con la máxima variedad, pues diversos usuarios reciben diversa publicidad en el mismo lugar y momento.
Así, respecto a la flexibilidad y diversidad de forma publicitarias por la red informática, el entrevistado de repente dice:
___" Claro, esto es así porque la atención es hoy una importante mercancía(*) con valor en alza en el mercado..."
Atónito por lo que escuchaba, seguí prestando un poco de atención, precisamente, y el ‘especialista’ agrega:
___"...esta mercancía tiene gran valor en aumento porque significa mucho movimiento económico dentro y fuera de la red (**)"
Más atónito aún, caigo en cuenta que no dice la 'atención humana' sino simplemente 'atención' y mercancía/valor en alza.
Más adelante agrega:
___"El mercado hoy es muy volátil y en gran medida depende de como pueda conseguir enfocar la atención del público en los avanzados productos que se ofrecen 'on line'...
En fin, esto, de que la publicidad trata de atraer la vista y con ello la atención para que las personas se decidan por adquirir uno u otro producto es conocido, ahora el tema está en multiplicar la propuesta publicitaria y hacer que el interesado simplemente "haga clic" y luego llene algún formulario de adquisición del producto.
Así las cosas, la terminología empleada una vez más nos habla de la economización del lenguaje en conjunto con la cosificación u objetivación de todo lo que existe en función del concepto base:
‘todo campo de interés de las personas es un mercado potencial’; entonces si todo es mercado, todo se compra, se vende, se gana, se pierde...
Lo contradictorio, cabe advertirlo, es que se intenta cosificar, apelando a una función clave de la subjetividad, la atención.
De alli, a mi parecer, es que esto resulte sumamente incoherente:
Cosificar a las personas pero con recursos humanos, intentando desproveerlas de su categoría - y dignidad - de tales.
Pero a lo que voy en este corto artículo es cómo se lleva la degradación del lenguaje y por tanto de la persona, del ser humano.
Lo cual provoca, a mi ver dos reacciones, una una enorme indignación ideológica, porque esto de usurpar palabras y darles otro significado, otro contexto, otro uso, no es algo que deba quedar así simplemente.(***)
Comentando esto con amigos me cuentan de otros casos curiosos.
A- Una persona asiste a un seminario de Psicología, en cierta rama especializada en la superación de traumas producido por vivencias fuertes y ete aquí que a la persona con semejante problema se la denomina ‘cliente’. En todo este campo se denomina de ese modo, en lugar de paciente, por ej. Lo cual es muy común en la actualidad en el campo médico, además de otros estrictamente comerciales.
B- Es más, alguien me menciona no sin cierto horror que asistiendo a unas sesiones postoperatorias de su dolencia, en un hospital dado, los pacientes reunidos a fin de comentar sobre su recuperación física, mencionaban la necesidad de ser mejor tratados, pues después de todo ‘son clientes’. O sea que a sí mismos se conciben como ‘ clientes también’, pues como tales ‘tenemos estos y aquellos derechos’...
Al respecto, me comentan que dentro del concepto de cliente está el trato individual a la persona respecto de una actividad comercial. Pues existiría otro trato como el que se da en el apartado de ‘servicio al cliente’ el cual es más generalizado y anónimo.
Así las cosas con estas palabras.
Me salta a la vista claramente la misión agregada a nuestros trabajos de ‘humanización del lenguaje’.
Esta es sin duda una tarea muy singular, lo cual nos lleva a valorar lo delicado de la situación, pues las palabras, los conceptos, las estructuras de lenguaje, escrito, oral, visual, directo o indirecto, televisado, o ya hoy ‘internetizado’ – valga el neologismo -, llevan una carga ideológica determinada, una dirección, un propósito dados, no precisamente humanizantes.
Y cuando nuevamente se usa este campo de los avances técnicos como otro más de la deshumanización, resulta que dentro de la aparente gran bonanza de ‘disponer de toneladas de información a gran velocidad, de forma expedita e instantánea’ surge la para nada interesante acción extra de deshumanizar los términos, para producir la falta de sentido, de la noción de lo humano involucrado en la dirección del progreso humano, no sólo técnico.
2. Volviendo al campo de la atención, tan importante para el fundamento mismo del humanismo, donde precisamente lo humano es libre por poder intencionar en un sentido u otro, por poder elegir en una dirección u otra; por tanto de poder rechazar otras direcciones inconvenientes.
Pero antes de intencionar, de elegir, de direccionarse, se comienza por atender en ese sentido, por prestar atención, por mirar-ahí, por interesarse. No sólo de responder a algo que ‘llame la atención’, algo que cope la vista, sino que uno puede con fuerza dirigir el rayo de la atención para interesarse, profundizar, ampliar, o bien desinteresarse de aspectos poco interesantes, rechazar precisamente lo incoherente.
Esto de un modo habitual requiere de estar atentos, de atender precisamente a las direcciones de interés y desatender a las inapropiadas.
La indiferencia, la desatención a lo que no es apropiado al ser humano es la mejor forma de hacer el vacío a esas formas inconvenientes.
De manera entonces que hablamos de una atención activa, aunque suene redundante, no de una atención pasiva.
Por ello la atención es más bien una herramienta potente del ser humano en su carrera por la libertad, es su mejor herramienta en la vida cotidiana, es su mejor recurso para su desarrollo personal.
Y social también, porque hoy son los grandes conjuntos humanos los que atendiendo de un modo u otro, atendiendo a ciertas señales y rechazando otras pueden dar un cambio definitivo a las situaciones sociales que se viven.
La atención colectiva bien dirigida es quizás el instrumento más valioso de los pueblos, junto con su sistema de creencias direccionado de modo constructivo.
Los ejercicios de la atención dirigida, de la atención distensa y focalizada, de la atención concentrada, enfocada no sólo porque los temas son de interés, sino por la capacidad de interesarse en algo y de dirigir la atención a ello nos hace humanos y nos pone en la vereda de enfrente de toda objetivación y mercantilización del mundo, de las personas y la cosas.
Por otro lado, volviendo a la tecnología en boga, a nadie se le escapa que se está produciendo un fenómeno adverso en donde dada la saturación de estímulos, la hiperabundancia de información, la atención humana actual tienen muy poca duración de enfoque, con lo cual, normalmente la atención se focaliza en ciertos temas por poco tiempo, 3 a 4 minutos como mucho y se cambia de tópico, lo cual tiende a llevarse a todos los campos de la vida, por ej. a las conversaciones cotidianas.
Se nota con frecuencia como la gente conversa poco de un mismo tema con una misma persona, de modo que produce un registro tremendo de impermanencia, de transitoriedad, lo cual es contraproducente porque hace que todo sea muy pasajero, muy variable e inestable, nada resulta definitivo y todo queda muy expuesto a las modas, a las influencias transitorias ya que siempre ‘dentro de poco tiempo, habrá otro producto más interesante...’
Lo cual podría ser valioso desde otra perspectiva, pues una cierta inestabilidad, opuesta a los anquilosamientos, permite reorientarse en otra dirección más apropiada.
Pero eso exige de atención y de permanencia, para superar las resistencias de toda nueva dirección, las que muchas veces se viven como meras distracciones, algunas de las cuales suelen llevar a verdaderos desvíos y no pocos accidentes.
Esto exige una acción consciente de parte de la gente de contar con su capacidad de atender, de interesarse de elegir y mantener puntos de vista como su principal recurso para estar con cierta independiencia en este oleaje de cosa variables y pasajeras.
Atender a las propias necesidades, atender a los propios intereses y a los propios proyectos, conectarse con gente que coincida con estos primarios es un modo de proceder muy interesante,
Cuando las personas desarrollan activamente una atención intensa, no hay publicidad, ni propaganda ni cosa por el estilo que pueda ‘venderles gato por liebre’ precisamente.
Por otra parte, los publicitarios alegan a los fabricantes, que realmente no hay tantas cosas realmente de interés para las personas y que adornar de mil formas las mismas cosas, no es tarea muy digna que se diga, por más moderna y actualizada que sea la tecnología en boga.
3. Sin duda el tema da para mucho más, de hecho en nuestras temas de estudio incluimos desde el comienzo estos tópicos de la atención y sus formas, su relación con la memoria y el cuerpo, comprobando como el comportamiento atencional es decisivo en la conexión con el mundo dada la estrecha relación entre atención, imagen y cuerpo.
Atención interna y externa, atención a las imágenes mentales y como éstas trazan los campos atencionales externos predisponiendo un desplazamiento espacial determinado.
Hay tantos temas importantes que, nunca mejor dicho, mercen a nuestra atención, que no podemos distraernos en secundariedades. Valga esta página como disgresión en torno a la ‘secundariedad de desmerecer la atención humana’.
Sin duda abordaremos otras temáticas más interesantes.
Seguramente no faltará oportunidad.
Para terminar, no podría dejar de mencionar un primer paso y una importante recomendación.
Decimos "aprender a ver" es la condición inicial apropiada para toda tarea importante, tanto cotidiana como más trascendente.
Aprender a ver nos hace superar toda ingenuidad de observación y por consiguiente permite superar toda liviandad de juicio.
Aprender a ver es comenzar a desarrollar la atención desde el mismo minuto del despertar.
Conectadas las neuronas, ya se puede prestar atención y comenzar a indagar la realidad, para ir comprendiendo que podemos configurarla de diversas formas.
Ver de otro modo es también leer de forma diversa los paisajes que nos circundan y comenzar a crear otros paisajes, más humanos. Más nuestros.
De modo que aprender a ver nos inicia en las nuevas formas de prestar atención, lo cual nos servirá, no sólo para no caer presa fácil de la Medusa publicitaria, siempre presentándose de mil maneras diferentes para poder fascinar - tal es su cometido -;
no solamente para eso, sino para iniciar un camino de transformación personal, de las relaciones, de la forma de llegar a los demás, de las formas de hacer y estar en el mundo.
Es decir, un nuevo estilo atencional, una manera-atenta-de-estar-y-hacer-en-el-mundo, nos lleva a emprender importantes transformaciones.
Asi, en efecto, la atención es un gran valor en alza, ¡pero por otros motivos!
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Notas
*) El programa aludido era en Inglés, y la palabra empleada es ‘Commodity’ que se traduce como producto intercambiable por dinero u otro objeto de igual valor’, otros diccionarios la traducen como ‘objeto susceptible de ser comprado’ O simplemente la traducción propuesta es objeto de valor, mercancía, intercambiable.
**) La red electrónica Internet actualmente va pasando de intereses, comenzando por ser un recurso de seguridad nacional pasó después a ser un recurso utilísimo en las Universidades, para actualmente pasar al dominio público; habiendo aquí quienes conciben la red como un recurso ‘flexible y amistoso, de servicios gratuitos", generando una llamada ‘cultura de Internet’ en este sentido, que facilita la rápida transferencia de archivos y documentos entre puntos cercanos o remotos de modo casi instantáneo. Pero en estos momentos al parecer hay una gran tensión con quienes tienen otro concepto: quieren hacer grandes negocios on-line, lo cual lleva a una marcada confrontación, puesto lleva a transformar la red de transferencia informativa en una carrera disparatada de escaparates publicitarios cada vez más vistosos.
***) Este tema ha sido considerado en abundancia en nuestra literatura, entre otras cosas como "bandolerismo semántico" en donde se usurpan palabras y se las trasladan indebidamente a otros contextos.
Sobre el vocablo atención: La sicología oficial suele ensayar definiciones como "estar atento es la capacidad de fijar la atención en algo" y definirla como la ‘capacidad mental de focalizarse sobre un determinado campo o sujeto de interés’, pero también como ‘la capacidad de rechazar, de descartar, objetos’.
De todos modos sigue siendo un tema insuficientemente estudiado en la sicología oficial, seguramente por la valorización inexacta de sus propiedades y capacidades.
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