Junto a las marchas pautadas para este miércoles, el Frente Nacional contra el Golpe de Estado se reunirá para concretar la organización de un paro general, programado para el jueves y el viernes próximo, que tendrá como finalidad exigir la restitución del orden constitucional.
- TeleSUR
Los movimientos sociales hondureños protagonizan este miércoles la jornada número 25 de manifestaciones en rechazo al golpe de Estado ejecutado contra el Gobierno legítimo del presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio.
La resistencia pacífica de la nación centroamericana tiene pautada diferentes actividades para exigir el retorno a la legalidad en el país, entre las cuales está una marcha de estudiantes.
Este miércoles, por primera vez en más de 20 días de manifestaciones continuas, los estudiantes alzarán su voz, para unirse al rechazo unánime a las acciones golpistas del Ejército hondureño y a la instauración del régimen de facto de Roberto Micheletti.
También , el grupo Mujeres por la Resistencia, se va a concentrar frente de la embajada de Estados Unidos (EE.UU.) en Honduras, para exigirle al gobierno de ese país que presente una posición firme frente a la crisis hondureña y rechace de manera categórica el régimen de Micheletti.
Por su parte, el Frente de Resistencia de los Barrios realizará este miércoles un recorrido por las barriadas de las ciudades de la nación, mientras que los sindicatos persisten en realizar un paro los próximos días jueves y el viernes.
Los trabajadores hondureños de diferentes sectores se reunirán con el fin de concretar la organización del paro y ejecutarlo.
"Los golpistas van a caer, la comunidad internacional los mantiene aislados y el pueblo se mantendrá en las calles hasta su derrota", dijo Juan Barahona, uno de los principales dirigentes del Frente Nacional contra el Golpe de Estado .
Uno de los dirigentes de los gremios magisteriales de Honduras, Milton Bardales, recordó que en esos días los docentes reanudarán el paro antigolpista que mantuvieron durante las tres últimas semanas.
Este miércoles en horas de la noche, concluye el plazo de 72 horas solicitado por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para intentar una nueva solución negociada a la crisis desatada por el golpe militar del 28 de junio pasado.
Las conversaciones fracasaron ante la negativa de la delegación del gobierno de facto de aceptar las propuestas de Arias, que buscaban el regreso de Zelaya con el compromiso de amnistiar a los golpistas y el abandono de sus planes de reformas democráticas.
Zelaya aseguró que terminado ese nuevo plazo, ingresará al país por cualquier frontera para encabezar una caravana de la esperanza junto al pueblo, derrotar a los golpistas y completar su mandato para el cual el pueblo lo eligió.