domingo, 12 de julio de 2009

Meditación Trascendental - Cuarta Conferencia - H. van Doren


En lo que hace a nuestro tema en sí y al desarrollo sobre meditación trascendental, concluimos con él ayer. Esta reunión está un poco de sobra. En ella vamos a echar un vistazo a lo que ya conversamos en las tres reuniones anteriores. Pero previamente responderemos algunas preguntas. Si ustedes quieren, las examinamos juntos.

Pregunta: "Hay quienes dicen que algunas drogas, entre ellas el LSD y la mescalina, posibilitan rozar estados similares a los que podríamos imaginar como propios al de conciencia objetiva, o que aparecen al menos claramente diferenciados de los crepusculares. ¿Puede ser cierto esto en alguna medida? Por otra parte, considerando paralelamente que de hecho alteran la estructura de la conciencia, ¿sería legítimo inferir que bajo condiciones especiales resultarían útiles al proceso de evolución consciente?".

Es una interesante pregunta. Ustedes saben que en algunos países del Asia hay algunas "escuelas", para dar un nombre, que hablan del uso de la droga a fin de provocar la apertura de la conciencia.

Ustedes conocerán también la tradición de muchos pueblos que habla de néctares, de jugos maravillosos, que hacen al hombre a imagen de los dioses... desde el soma hasta el alcohol en nuestros aborígenes americanos. Ustedes saben también que la mescalina, otros derivados del peyote y algunos hongos tóxicos, sirven para elaborar algunas sustancias alucinógenas. Estos alucinógenos, en estado más o menos puro, siempre han estado presentes en los pueblos a su modo, y han "servido" para que a nivel popular algún tipo de enseñanza fuera accesible por la similitud de estados que estas enseñanzas planteaban y que los individuos en la realidad podían experimentar.

Frente a dos problemas: uno, el de la moralina que hace a la gente espantarse ante la droga sin tener cabal conocimiento sobre el tema, y el otro problema, el de que determinadas drogas deterioran el sistema nervioso, vamos a eludirlos para responder estrictamente a la pregunta.

En el sistema doctrinario general que no hemos explicado acá (acá hemos explicado nada más que un punto lateral, que se refiere a la meditación trascendental y que es estrictamente para especialistas), hablamos de un posible nivel de conciencia superior: el nivel de conciencia objetivo. Hablamos de que existen localizaciones físicas que tienen que ver con los procesos mentales; que los procesos mentales no se dan en el aire, sino que se manifiestan sicosomáticamente. De este modo, cuando se produjera una cierta movilización a nivel de este hipotético centro superior, el correlativo nivel de conciencia objetivo se pondría en marcha. Así es que a veces, por un simple accidente, este nivel se despertaría en gente muy común.

Yo no sé si ustedes habrán tenido experiencias, por lo demás no muy raras, tales como el: "esto ya lo he vivido". ¿Reconocen esa experiencia? Van en el tren, por ejemplo, y de pronto les da la impresión de que esto ya ha sucedido otra vez del mismo modo. ¿Sí o no? Ese es un tipo de experiencia paramnésica sobre la cual los sicólogos tienen buenas explicaciones, pero que no explican del todo el fenómeno. Hay otros casos en donde ya no se trata de reconocer un hecho nuevo como ya vivido sino a la inversa: un hecho visto cotidianamente, reconocerlo como si fuera la primera vez que se lo ve. ¿Comprenden la diferencia? Estoy viendo todos los días esa pared de mi casa, pero sucede que este día la veo por vez primera de un modo "distinto".

¿Reconocen ese otro fenómeno que es la inversa del anterior?

Veamos otro caso que también es frecuente. De un modo inexplicable, en una situación cualquiera, experimentan en ustedes una gran sensación de alegría; una inundación de la conciencia; una expansión total que parece los identificara con las cosas y no hubiera diferencias entre ellas y ustedes. ¿Conocen ese estado? Es más o menos frecuente.

Hay otro tipo de fenómenos que ya no se refieren a esa suerte de síntesis entre conciencia-objeto sin diferencias, de comunicación de uno con las cosas, sino que va a otro nivel. Ya no se trata de esa expansión emotiva, se trata de que súbitamente, sin saber por qué, emerge una gran comprensión de las cosas, como si se entendiera todo de golpe. El sujeto no puede explicar bien de qué se trató, pero en ese "chisporroteo" de conciencia que duró muy corto tiempo, le pareció experimentar una comprensión profunda acerca de lo real. ¿Les ha pasado? No son fenómenos patológicos, no se asusten, eso le pasa a mucha gente. Hay explicación para esas cosas también. Incluso hay prácticas que se aplican para que el sujeto logre tales estados.

Experiencias del tipo de los sufíes; danzas rituales; formas respiratorias especiales, etc., pueden provocar los fenómenos conocidos en algunas escuelas como "expansión de la conciencia", "comunicación con los objetos" y demás. Aquello se puede provocar artificialmente. Se puede provocar por acción directa sobre el cuerpo.

Ustedes deben reconocer que en la liturgia católica misma, en el ritual católico, hay una cantidad de prácticas que observadas con todo rigor permiten comprender cómo se coloca al creyente en una situación mental distinta y se provoca en él fenómenos de ese tipo. Vean qué sucede al creyente. En un profundo acto de devoción el fiel se para, se sienta, se arrodilla, se vuelve a parar, se vuelve a arrodillar y así siguiendo. Los estímulos penetran por todas sus vías de percepción simultáneamente, lo cual refuerza la impresión como hemos venido viendo. Es decir: por vía olfatoria el incienso; por vía auditiva los cánticos, las repeticiones, los sonidos monótonos de la oración; por vía visual las velas, la concentración en las luminarias y en el altar donde oficia el sacerdote, la fijación de la vista a mayor altura de la media visual (eso ya lo comprendió Braid que fue el primero en usar la palabra "hipnosis"). Si ven ustedes que el estado devocional es reforzado por las sensaciones , kinestésicas provocadas por ese continuo movimiento del cuerpo en la genuflexión, en el levantarse y todo aquello; si ven ustedes que esas sensaciones kinestésicas y táctiles se van reforzando y ampliando con el ritmo que impone el sacrificio de la misa, nos está quedando libre solamente el sistema gustativo. Todos los sentidos han sido movilizados a percibir en la dirección de la ceremonia y aun el gustativo cuando se recibe la hostia, reforzando el sentimiento devocional.

... ¡No estoy haciendo mofa de esto! Estoy tratando de estudiar procedimientos que desde afuera pueden inducir, ¿no es cierto? Les relato el caso de la liturgia católica porque es, en general, más cercano a todos los presentes. Digo que casi todos los sistemas rituales, variaciones más o menos, tienen su acción sobre el individuo. ¿Sobre qué están actuando esos sistemas rituales?, ¿sobre el aire, sobre un cuerpo astral? No, están trabajando sobre el cuerpo físico. Y si esto provoca cambios emotivos (provoca a veces las sensaciones que he descrito, más o menos como normales al comienzo de nuestra charla), ¿por qué no con otros procedimientos se va a poder lograr eso mismo?

Nosotros decimos que a la modificación de la estructura de la conciencia ocurre la modificación de las percepciones. La mescalina, el peyote, el LSD., etc., efectivamente nos pueden poner en contacto con fenómenos de ese tipo, del mismo modo que ejercitaciones y prácticas que desde el cuerpo modifican la estructura de la conciencia.

Ahora bien, nosotros reconocemos la diferencia entre lo crepuscular y lo consciente, o más allá de lo consciente, precisamente en eso mismo que pone la palabra “conciencia". Tengo conocimiento y consciencia de lo que a mí me sucede y puedo controlarlo, o a mí me sucede no sé qué cosa es y no lo puedo controlar. Cuando rozo, por algunas de esas causas que hemos enunciado, esos fenómenos de tipo paranormal, fuera de lo normal (no digo que están arriba o abajo, digo que están al costado de lo normal); cuando por algunas de esas experiencias, rozo fenómenos de tipo paranormal, debo preguntarme si ellos entran dentro del ámbito de mi conciencia, si yo los gobierno, si yo los entiendo, o si a mí me pasan. Si a mí me suceden y yo no tengo control alguno sobre ellos, digo que esos fenómenos tienden al campo de lo crepuscular. Si por lo contrario yo los manejo, los desarrollo, los oriento, los controlo, digo que pertenecen al ámbito de mi conciencia y por encima de mi conciencia.

Simplemente en eso establezco diferencias.

Fíjense ustedes que en cultos muy primitivos (por algunos escritos que se rescatan) se leen allí verdades muy profundas y parece que hubiera en ellos un conocimiento propio de la meditación trascendental, o de trabajos muy intensos. Sin embargo, algunos pueden haber logrado esa percepción profunda, poniéndose en estado de éxtasis o dando vueltas alrededor de un fuego. Sucede que en efecto se producen esos fenómenos, que valen no sólo para la percepción de las cosas, sino también para la aparición de otros muy discutidos pero existentes, conocidos como fenómenos "psi". Estos sujetos pueden lograr el contacto con esas cuestiones, ¿pero tienen dominio de aquello, o le pasa todo aquello?

Les digo (y ahora sí tiene que ver esto que habíamos advertido al comienzo sobre la moralina y sobre si las drogas deterioran o no el sistema nervioso) que el problema mayor de este asunto radica en la facilidad que hay para ponerse en contacto con cierto tipo de fenómenos. Con la droga o la autohipnosis es tan módico llegar a ellos, cuesta tan poco trabajo, que me parece advertir por esa vía mayor facilidad que por la vía del conocimiento, la vía del esfuerzo... la vía ascendente por así decir. Si tuvieran que elegir, cien personas normales preocupadas por ampliar su conciencia, entre estas historias de meditación o cosas por el estilo y una pildorita, imaginan ustedes que a favor de nuestros planteos no ganaríamos más del 10%., No hay duda en la elección. Pero esa mayoría, ¿lograría el manejo y evolución de la conciencia o quedaría estancada en chisporroteos y a merced del fenómeno? Les digo "a merced del fenómeno", no porque una mano peluda los vaya desde el inconsciente a meter adentro de una bolsa... (RISAS).... sino porque ese tipo de experiencia, aparte del hábito físico que puede provocar, habitúa sicológicamente por los beneficios que se reciben frente al escaso esfuerzo que se hace. De ese modo, se desvincula el sujeto de toda otra posibilidad. ¿Qué trabajo se va a tomar en otra búsqueda si ya tiene esto a mano? Por esa vía no se progresa, es lo que quiero decirles. Por esa vía se limita, aunque haya contacto.

Observen que en muchas religiones y sectas cuando se llega a esos niveles por vía crepuscular, los sujetos hablan de haber sido tomados por "espíritus". ¿Comprenden el significado que tiene esa idea de haber sido tomado, en lugar de tomar? ¿Se fijan qué sucede en esos fenómenos con aquello de entrar en trance, "ser manejado por", "depender de"? ¡Eso es ir hacia el huevo, hacia el autismo y no expandir como es la función de la vida! La vida expande, la vida es crecimiento, la vida es desarrollo. ¿Creen que el encerramiento, el autismo, la esquizofrenia, lo crepuscular es expansión?

En fin, la pregunta es interesante, no la respondo del todo, pero dejo algunos hitos que pueden servir de referencia al que preguntó.

Pregunta: "Mi inconveniente radica -dice- en que en cierto momento estuve en un grupo, bajo la dirección de alguien que creo es un mago y empecé a notar que muchas de las cosas que antes eran buenas de su enseñanza, ahora me pueden impedir seguir trabajando. ¿Puedo deshipnotizarme si es que lo estoy?"

Dejemos de lado este asunto del mago. Estudiemos esto otro: "¿Puedo deshipnotizarme, si es que lo estoy?"

Claro que puede deshipnotizarse. ¿Qué es lo que caracteriza el estado de despierto del estado penumbras, sometido, como es el estado de hipnosis? Usted puede tener el prejuicio de estar hipnotizado. Examínese, si observa que tiene conciencia de sí, entonces no depende de ninguna sugestión externa.

Ya hablamos ayer de cómo podía uno experimentar delante de una película o frente a un hipnotizador. Haga la prueba, trate de ser sometido hipnóticamente, Siga todas las sugestiones del hipnotizador, pero conserve la conciencia de sí y allí no entrará la hipnosis. De manera que en lugar de asustarse por si está o no hipnotizado, simplemente trabaje en la meditación sobre usted mismo. Esa es la forma de no depender y eso es todo, no hay mayor complicación. Hay veces y en estas épocas persecutorias sobre todo, en que se crea una suerte de paranoia colectiva. La gente siente que hay extraños poderes actuando sobre ella. Sucede que esos poderes no tienen nada de extraño ni dependen de magos blancos o negros.

Pregunta: "¿No cree que hay un momento histórico en que lo subjetivo se manifiesta por completo en lo objetivo y que por lo tanto con una revolución que tienda a cambiar lo externo, se cambia lo interno?".

Una buena pregunta. En realidad y por ley de estructura, todo lo que pasa en lo subjetivo tiene que ser reflejo de lo que pasa en lo objetivo. Inversamente, lo objetivo es tal para mi conciencia porque puedo concientizar lo que sucede. Están pues ligados. En principio, si cambio lo subjetivo puedo cambiar lo objetivo, eso dicen los idealistas. Si cambio lo subjetivo, si cambio al hombre internamente, cambio la realidad. Pero no nos equivoquemos de nivel de entidad: si cambio lo subjetivo en mí, cambio la realidad para mí; pero no la realidad en sí. Ahí está el micrófono, pues yo ahora por un buen esfuerzo, me imagino que el micrófono es un elefante. Para mí sin duda que el micrófono cambió, pero el micrófono sigue sin comer hierba.

Veamos lo inverso: cambia la realidad objetiva, de acuerdo a eso debería cambiar mi conciencia que es reflejo de la misma. Perfecto, de acuerdo a eso hacemos la revolución. Enhorabuena, yo antes estaba sometido al patrón, ahora soy comisario del pueblo. ¡Claro que ha cambiado la cosa! Es cuidadoso el que ha hecho esta pregunta, porque dice: "hay un momento histórico (no habla en general) en que lo subjetivo se manifiesta por completo en lo objetivo y que por tanto con una revolución que tienda a cambiar lo externo se cambia lo interno". Fíjense que si se tratara de que la conciencia fuera simple reflejo de la estructura externa o de la base material, si se tratara simplemente de eso, la revolución no surgiría. La revolución es un acto de conciencia querido, que se opone dialécticamente a la misma realidad objetiva que es la realidad que oprime en ese momento. De manera que el reflejo de la conciencia que se opone dialécticamente (dentro de esa forma de pensar hegeliana por cierto) a la realidad objetiva que es oprimente, no es simple reflejo como en un espejo, sino que es negación de la realidad que ahí se me presenta. Una cosa es el reflejo, la imagen que se refleja y que me da la misma apariencia y otra cosa es la negación de la imagen. En el caso dialéctico, lo que se presenta en la conciencia es la negación del mundo oprimente.

Si yo lucho por la revolución, me estoy oponiendo a la situación concreta en que estoy en este momento. ¿O no? Mientras que si fuera simple reflejo de la realidad objetiva, marcharía con el ritmo que las cosas me imponen. ¿O no? El hecho revolucionario es un acto de conciencia querido, si es verdadero o no, no importa.

Ahí viene luego toda la teoría del compromiso y demás, pero es un acto querido. De manera que no es simplemente un reflejo de la realidad objetiva.

Esto es muy interesante. Bastaría con modificar las condiciones objetivas para modificar nuestro nivel de conciencia. Sería magnífico, pero no parece ser así. Parece que esa revolución querida por el revolucionario debería además ser una revolución interna. Debería tratarse de una revolución simultánea y no de una revolución que simplemente actuara sobre uno de los términos. Además, la experiencia social nos dice que la estructura de la conciencia no cambió efectivamente, en los simples procesos de cambio social; que nos encontramos con las mismas apetencias,. los mismos gustos, las mismas pequeñas canalladas.

Pregunta: ¿Cómo es que siendo por ejemplo la experiencia con LSD, un momento crepuscular de la conciencia, se palpen, se sientan, efectos descritos por usted como similares a los de meditación trascendental? Ejemplo: la unidad de los contrarios, la visualización de las ilusiones, etc.?".

Es una pregunta que creo haber respondido parcialmente en la anterior. Quisiera además, no robar tiempo a otras que tenemos entre manos.

Pregunta: "Yo asistí a la segunda y tercera conferencias. En ellas escuché hablar de sistema, de conciencia, de mundo, etc., y escuché todo lo analizable referente a estos puntos. Pero no escuché analizar este elemento que es lo único que recibí, o sea el habla. ¿Podría decir qué posición tiene usted con respecto a esto?".

Efectivamente, se exige un estudio sobre el habla, se exige un estudio sobre la comunicación, pero desafortunadamente no es ese nuestro tema. Si nos hubiéramos reunido acá para hablar sobre meditación trascendental y hubiéramos empezado a hablar sobre el habla, a lo mejor nos hubiera sido más útil que todo esto, pero no era nuestro tema, eso es todo lo que puedo decirle.

Pregunta: "¿Qué es el “deber ser"?".

No sé qué es el "deber ser", en general.

Hay algunas doctrinas como la del señor Gurdjieff por ejemplo, que explican con léxico arrevesado aquello del "deber-Partkdolg-del-ser". Se trata de una especie de deber esencial para el señor Gurdjieff. No de un deber subjetivo impreso en la conciencia de un sujeto por el medio cultural en que vive, por el tipo de educación que ha recibido... ese sería un deber subjetivo sometido a tablas de valores culturales, dependiente de momentos históricos. Así pues, lo que es bueno para una cultura, no es tan bueno para otra. En ocasiones, es lo malo para otra cultura. Ese no sería un deber objetivo, ese seria un deber subjetivo dependiente de condiciones culturales.

El "deber ser", en el caso de la doctrina que estoy explicando, seria un deber independiente de los condicionamientos culturales y tal "deber ser" sería únicamente posible (en la doctrina del señor Gurdjieff) para los hombres no-máquinas.

¿Qué es eso de los "hombres-máquinas" y "no-máquinas"? El señor Gurdjieff supone que el hombre común es una máquina. Claro, no es una máquina a tornillos, pero es una máquina en el sentido de que sirve como "transformador"; es un transformador de fuerzas cósmicas. Entonces por un lado respira oxígeno y elimina anhídrido carbónico; por otro lado toma alimentos y elimina sustancias nitrogenadas que sirven a la tierra y por otro lado recibe impresiones y transforma las impresiones también, en una especie de vibración. En tono jocoso dice que esas vibraciones sirven para sostener a la Luna y cosas por el estilo.

Bueno, el señor Gurdjieff habla de que estos hombres-máquinas están cumpliendo con una función transformadora en el planeta y no pueden dejar de hacer lo que hacen porque, sometidos a la acción nefasta de un órgano (que es el órgano "Kundartiguador") que los tiene hipnotizados frente a la realidad, sometidos a su función transformadora, no pueden independizarse y tienen que estar cumpliendo con todo aquello. Entonces, ¿qué "deber Partkdolg" va a haber, qué deber esencial va a haber si su función es simplemente maquinal? Y dice entonces en sus mitos y leyendas, que cada tanto tiempo, desde lo alto, se lanzan hacia la Tierra enviados. Estos enviados vienen a deshipnotizar a estos transformadores. La función de estos enviados es venir a modificar los efectos cristalizados de ese órgano Kundartiguador. Ese órgano parece que fue en los hombres primitivos una especie de cola que perdieron con el tiempo, pero han quedado los efectos. Estos enviados vienen a despertar al hombre dormido, que es un transformador que está sirviendo a fuerzas cósmicas. Y entonces, estos enviados se acercan al hombre común, le explican de acuerdo al momento histórico cómo debe hacer para deshipnotizarse y lo instruyen en una suerte de moral objetiva. Esta moral objetiva, para el hombre ya no hipnotizado, es la que le permite comprender y poner en práctica lo que es el "deber ser". Una moral real y no una moral dependiente.

Como estos efectos cristalizados del órgano Kundartiguador son muy persistentes (porque se han pasado de generación en generación), fatalmente lo que explicó un enviado dura un corto tiempo y finalmente estos “tricerebrados" (así llama a los hombres), estas máquinas, con el tiempo van nuevamente haciendo decaer lo que se les enseñó, se olvidan completamente de lo que se les explicó y nuevamente vuelven a roncar. Y roncan de tal modo que ahora utilizan la doctrina que se les explicó antes para justificar todo lo que hacen mientras duermen. Entonces, cuando se produce esa situación, nuevamente les mandan otro enviado. Pero resulta que este enviado, además de tener que luchar contra el estado de hipnosis en que se encuentran estos pobres tricerebrados, tiene además que desbaratar toda la doctrina que se les enseñó antes, porque si bien es cierto esa doctrina es muy verdadera en esencia, transformada por estos transformadores, se ha degradado. Sucede que el nuevo enviado tiene que venir a explicar que el enviado anterior enseñó muy mal las cosas, aunque las cosas estaban perfectamente enseñadas... (RISAS). Es una cadena de nunca acabar.

Así es que, cada tanto tiempo, viene un "zapallazo"... (RISAS) o pasa algo (que no se entiende bien) y la gente sigue roncando alegremente, para mayor gloria de la Luna y otros cuerpos celestes.

Es una teoría simpática. No sé si responde a la pregunta por el "deber ser".

Pero tiene otra pregunta más: "¿Qué significa revolución sicológica?".

Para nosotros, revolución sicológica es el cambio del nivel de conciencia y nada más que eso en principio, para no complicarnos. Ha revolución cuando la realidad que veo no es ya la realidad ilusoria, sino la realidad de la que tengo conciencia... ¿Estaremos tratando de despertar al hombre, también nosotros?... (RISAS).

Para nosotros, revolución sicológica significa eso: el acceso a un nuevo nivel de conciencia, con toda humildad. Claro que cuando uno dice "revolución", se imagina las banderas llameando y todo aquello. La revolución es siempre espectacular y acá falta la espectacularidad. Vaya, no se ve ningún humo cuando uno está mirando las cosas de otro modo. Pues bien, eso es para nosotros el comienzo de la revolución sicológica.

Eso es así de sencillo. Las consecuencias, pueden ser más vistosas.

Pregunta: "Ayer terminaste con una referencia a la justicia objetiva alcanzando a todo ser humano. Esto me hace pensar en vivos y muertos y en una existencia ultramundana. ¿Es correcto o lícito hacer una inferencia de este tipo?".

Este asunto de los vivos y los muertos y de la existencia ultramundana, ya explicamos ayer, es una posibilidad para nosotros y no más que eso. ¿Tienes certeza acerca de la existencia ultramundana? Y si la tienes, ¿para qué escuchas todas estas cosas? Lo de la existencia ultramundana es para nosotros simplemente una posibilidad y una puerta abierta hacia el futuro. Que cada cual investigue. ¿Qué valor tiene (igual que con respecto a Dios) que digamos: ¡sí, después de esta vida el asunto marcha!, o: ¡no hay nada que hacerle, estamos listos!... (RISAS). ¿De qué modo ayuda eso a despertarnos, o a ver la realidad tal cual es?

De manera que a esta pregunta, no puedo responderla. Lo que sí propongo es la experiencia y la experimentación sobre estas cosas, pero como problema posterior. Quien pregunta esto tiene un problema. ¡Claro que lo tiene! Debería preocuparse por qué tiene el problema de la vida ultramundana. ¿Qué te pasa en esta vida, que andas preocupándote por la otra?

Habla acá también de una referencia a la justicia objetiva alcanzando a todo ser humano. Si es que existe la posibilidad de una moral, un deber ser no subjetivo, no dependiente de los momentos culturales, también deben existir muchas otras cosas objetivas propias de una posible conciencia objetiva. Una justicia objetiva y no la justicia de los magistrados que dependen de las condiciones sociales del momento. En el mismo sentido que hablamos de la posibilidad de una conciencia objetiva general, hablamos de la posibilidad de una justicia objetiva, sin tener que imaginarnos para esto a un Dios administrador de tal justicia. Eso es todo lo que puedo decir sobre el punto.

Pregunta: "¿Desaparece en algún estado de conciencia el núcleo de ensueño?".

Por lo pronto sé que en mi estado de mentación ordinaria, en mi estado de vigilia común, no desaparece. Y que ni aun en mi estado de conciencia de sí, desaparece el núcleo; el trasfondo del núcleo de ensueño. Sé también que los ensueños secundarios que pueblan mi mente en el estado de vigilia ordinaria, ya en el estado de conciencia de sí, desaparecen. Y con eso me basta. Me basta con saber que los ensueños periféricos, secundarios, pueden ser abatidos en ese otro nivel de conciencia. Qué pase con el núcleo de ensueño en otros posibles niveles, no lo podemos saber, hay que experimentarlo. Eso es lo que nos sirve, no lo que opina un señor acerca de la posibilidad de desaparición de ese núcleo. No creo que les sirva lo que yo pueda decirles (si desaparece o no desaparece), eso tiene que verlo cada cual.

Pregunta: "¿Existe alguna relación entre cociente intelectual y nivel o estado de conciencia? ¿A más cociente intelectual, mayor objetividad? ¿El cociente intelectual producto de un estado de conciencia de la superficie cerebral, es eso, o qué es? ¿El estado de la conciencia, es sólo química cerebral, cantidad de neuronas, etc., o hay algo más?".

Veamos: "¿Existe alguna relación entre cociente intelectual y nivel o estado de conciencia?". No necesariamente. A ver: seguramente ustedes tienen una imagen social del hombre inteligente. ¿Quién puede ser un hombre inteligente? El físico, ¿no es cierto? ¡Claro, el de las matemáticas! Muy bien, ahí tenemos a un matemático. El matemático trabaja con ideas; este matemático tiene, además, un elevado cociente intelectual. Este matemático, ¿hace matemáticas por razones intelectuales o porque le gusta y tiene vocación? ¿Qué mueve al matemático a hacer matemáticas, una realidad objetiva o el gusto, la vocación por ese tipo de trabajo? Sin duda, que como en toda vocación, detrás de eso hay un ensueño, un gusto, un conjunto de emociones. El hacer matemáticas, en ese caso, como el dedicarse a otro tipo de actividades, está motivado por razones que no son de la razón, sino de otra parte. Bien, pero este buen hombre parece que tiene un elevado cociente. Entonces, se lanza a sus números en la pizarra, ¡perfectamente! Hace sus desarrollos en la pizarra, ¡perfectamente!... y se ha olvidado totalmente de él mismo.

¿Creen ustedes que hay mucha diferencia en ese sentido (no en otro sentido), entre el personaje que está prendido con una niña que le llama mucho la atención, o el otro que está prendido de los números? Sin duda que estas dos formas de estar "prendido" son, distintas como formas: uno está trabajando con una función más emotiva o lo que fuere y el otro está trabajando con su función intelectual. Tienen distinto nivel en ese sentido, pero en cuanto a adhesión de la conciencia y en cuanto a olvido de si, la situación es muy similar. Están totalmente olvidados de sí, el uno y el otro. De manera que el cociente intelectual, que en este caso es muy alto, no por eso me permite inferir que esté en presencia de un nivel de conciencia de otro tipo. También el hombre de elevado cociente intelectual cuando está en la cama, ronca como un tronco. Con todo su cociente intelectual está convertido en médula... (RISAS). Entonces esto de los niveles mentales no necesariamente está ligado a lo del cociente intelectual.

Lo mismo acá: "¿A más cociente intelectual, mayor objetividad?".

No necesariamente. ¡Hay gente de elevadísimo cociente que hay que ver las teorías que tiene sobre la realidad y sobre la objetividad de las cosas! Finalmente pregunta: "¿El cociente intelectual es producto de un estado de conciencia de la superficie cerebral? ¿El estado de la conciencia es sólo química cerebral, cantidad de neuronas, o hay algo más?". El cociente intelectual, seguramente tiene que ver con la química cerebral y la estructura somática, ya que todo se asienta sobre el cuerpo básicamente.

En general, en las mentalidades un poco místicas se tiende a separar el cuerpo del espíritu. ¿Se fijan en esas dicotomías? Esos mismos que separan el cuerpo del espíritu, son los mismos que separan la realidad interior de lo social, por ejemplo. Siempre provocan ellos dicotomías, ellos no entienden la estructura, no se mueven con estructuras... se mueven con cosas separadas. Entonces, por supuesto, la conciencia objetiva o la conciencia de sí, parece que estuviera flotando por allá arriba y no que estuviera dependiendo de la base material. Si me preguntan por el nivel intelectual y si me preguntan por el nivel de conciencia, digo que básicamente tienen que ver con el cuerpo. Se puede hablar de otras cosas, pero como no las vemos, empezamos por el cuerpo. Así es que tal vez se trate de elevar el cuerpo y simultáneamente elevar las ideas, o lo que se pueda formar con las ideas.

Pregunta: "Asocié la pregunta de cómo educar a los hijos con un libro: "El fin de la infancia". No sé, qué se puede decir al respecto. ¿Los "overloads", o algo así, del "Fin de la infancia" y el cambio que quieren producir a partir de los chicos tiene conexión con nuestros planteos? Tal vez la única posibilidad de cambio simultáneo sea la que allí se plantea, partiendo de las raíces".

No sé cómo será el planteo de ese libro, pero recuerdo lo dicho el otro día: ¿quién va a educar a los niños? Ese es el problema. ¿Qué tal si empezamos por nosotros mismos? La cosa podría andar mejor. Entre tanto ahí está el sistema con sus institutos de enseñanza, con sus escuelas. Allí están los datos, allí deben ir los niños. Nosotros tal vez debamos aprender junto con los niños; debamos aprender no sólo a reír, sino a preguntar correctamente, a ver en el fondo de nuestros gustos, de nuestras búsquedas, de nuestros sufrimientos. Esto de pretender cambiar desde los niños como si se tratara de formar un regimiento subversivo... cambiar a los niños para que cambie la sociedad, es interesante, pero no lo veo muy posible. Hay que empezar por educarse uno mientras se educa a los niños.

Pregunta: "Los doce pasos de la meditación trascendental, son como un proceso de reducción y hacia adentro. Poner en práctica algunos de ellos, ya por ese solo hecho implica cambio, empieza una lenta transformación. ¿Esos pasos son -no entiendo la letra- objetivos? ¿Así es el proceso objetivamente y los cambios en uno se dan en la comprensión y práctica de ellos?".

No puedo decir si el proceso es así objetivamente y si pueden ser más o menos pasos, o si los cortes entre paso y paso corresponden a lo que sucede en un proceso general de la realidad. Lo que sí puedo decir es que estos pasos nos pueden ayudar si somos técnicos que nos preocupamos por estas cosas, en la comprensión de nosotros mismos y de la realidad.

Pregunta: "¿Qué tipo de técnicas dejó Gurdjieff, sobre meditación trascendental? ¿Qué críticas merecen y qué ventajas ofrecen?".

No sé, no conozco toda la literatura del señor Gurdjieff, pero por lo que he visto, no dejó ninguna referencia sobre el particular, de modo que no tengo nada que criticarle ni qué decir a su favor.

Pregunta: "¿Podrías sintetizar en una analogía qué se entiende en el Trabajo por horizontalidad?".

Bueno, ésta es una pregunta que seguramente algún otro podrá responderte, pero no hace a nuestro problema de meditación trascendental. Horizontalidad se debe referir a algún trabajo entre gente, ¿no es cierto?... (RISAS).

Pregunta: "¿Cuando en el núcleo de ensueño el clima es negativo, "paralizante" y consecuentemente los ensueños secundarios no movilizan sino que inducen a una actividad no vital, a un esconderse permanentemente, se trataría de un caso patológico? ¿O el núcleo de ensueño "muerte" es tan núcleo como cualquier otro y se debe aceptar y es inútil ir en contra?".

Es una buena pregunta porque a mucha gente le sucede eso, sobre todo en estas épocas.

Yo creo que todo lo que no vaya con el ritmo de la vida y de la expansión, siempre tiene algo de patológico (no hay que tomarlo a esto como una cosa horrorosa). Me parece que lo que se cristaliza o regresa, va contra la vida y que la vida es cambio, es evolución, es transformación y no admite cristalizaciones, detenimientos y mucho menos regresiones. En este caso, tal núcleo de ensueño inmoviliza a ese ser humano y tiene algo de patológico, pero es superable. Luego dice: “¿es tan núcleo como cualquier otro y se debe aceptar y es inútil ir en su contra?". Creo que no se trata en este caso ni de aceptar ni de no aceptar. Se trata, simplemente, de estudiarlo en profundidad y ver por qué mi estructura mental está organizada de tal modo que, como respuesta de situación (como deficiencia mía) proyecta ese tipo de núcleo, proyecta ese tipo de ensueño. Ni aceptar ni no aceptar, sino comprender y estudiar tal núcleo y tal ensueño. "Pero con estudiarlo (puede decir alguien) no va a pasar algo especial".

¡Si va a pasar mucho con estudiarlo! El asunto es comprender de qué se trata.

Acá hay tres, cuatro, cinco... ¡seis preguntas! Pregunta: "Habló usted sobre poseer datos con los cuales trabajaría la inteligencia. Quisiera su opinión sobre eso de que: "el saber está escondido en lo profundo de la conciencia". Quienes se apoyan en esto, sostienen que adquirir datos no es necesario. El estudio de uno mismo; como macrocosmos que es el hombre, da todas las respuestas y la comprensión real".

Estoy de acuerdo con eso de que: "el saber está escondido en lo profundo de la conciencia". Ahora bien, ¿cómo sabe usted eso? Quiero decir: supongamos que diga que no se necesita el conocimiento, ni se necesita acopiar datos, ¿de dónde ha sacado usted estos datos? Evidentemente, aparte de lo que pueda pensar (puede usted ser muy reflexivo), hay toda una literatura detrás... no nos engañemos. "Hay quienes opinan", dice usted aproximadamente. ¿Quiénes saben estas cosas? ¿No se fija cómo está usando estos datos para luego decir que los datos no son necesarios? A ver, estos datos no son necesarios. ¿Y quiénes son los que saben estas cosas: es nuestro campesino, es el obrero que está todo el día fustigado por el sistema? ¿Es el hombre común de la calle, el que vive alterado, el que vive perseguido? ¿O es el que puede tener acceso a estos datos y luego negarlos? Los datos vienen bien. Vienen bien al obrero, vienen bien al campesino, vienen bien en general a la rebelión, a la revolución, a la transformación y vienen bien al conocimiento de uno mismo. Seamos sinceros en lo profundo de nosotros mismos; esto, de que "el saber está escondido en lo profundo de la conciencia" (por muy cierto que sea) se transmite con palabras, se transmite con libros, se transmite con ideas. Esto se comunica boca a boca, esto se hace saber a la gente, esto es necesario para mí y para los demás, esto me mejora a mí y mejora a los otros. ¿Pero si no, qué? Si no el encerramiento, si no el cuerpo acá y el espíritu allá, si no mi problema interior, mientras la realidad externa nada tiene que ver conmigo. Son importantes los datos. ¿Ese estudio de uno mismo, "como macrocosmos que es el hombre", da todas las respuestas y la comprensión real? Tal vez sea así. Pero esto lo sabe por datos. ¡"Macrocosmos"! Hay toda una teoría allí; ahí hay un conocimiento, que no sé si puede lograrlo el hombre común que está saeteado todo el día por sus necesidades inmediatas.

Pregunta: "Entiendo por comprensión la resultante de un desarrollo paralelo del saber y del ser. ¿Es éste el sentido que le dio a la palabra "comprensión" a lo largo de las conferencias dadas? Si no fue así, ¿puede aclarar el término usado?".

El dice: "entiendo por comprensión la resultante de un desarrollo paralelo del saber y del ser". Hagámoslo más fácil: digamos que uno puede simplemente tener datos, como una computadora. Un loro tiene datos, un loro repite. Una cosa es el saber, en donde hay simple acumulación de datos, y otra cosa es el comprender, en donde además de los datos, está la experiencia del dato. Comprender, por tanto, es saber más experiencia.

Dejemos de lado esto del desarrollo entre el ser y el saber. Démonos cuenta que, simplemente, puedo tener datos, y con ellos no establecer relaciones, ¡ahí no hay inteligencia! Con los datos no basta. Decíamos que los datos eran necesarios como materia prima de la memoria para establecer relaciones. Las relaciones están puestas por la estructura de la conciencia. Si mi estructura es deficiente, difícilmente (por muchos datos que tenga) pueda establecer relaciones inteligentes. A mismo número de datos entre dos conciencias, puede haber distinto desarrollo y relaciones de esos datos. El problema está entonces en el trabajo con esos datos. Cuando decimos que los niños y los jóvenes y todo el mundo, vayan a las escuelas y los centros de enseñanza, decimos que ahí les van a dar datos. Pero ahí no van a desarrollar en ellos ese trabajo de la inteligencia, eso es necesario empezar a hacerlo con uno mismo.

A la pregunta, la respuesta: para nosotros, saber es simplemente acopiar datos. Comprender, es datos más experiencia.

Pregunta: "¿Qué entiende usted personalmente por comprensión?".

...Lo respondido anteriormente.

Pregunta: "¿Cuál sería, en su opinión, el camino del desarrollo del ser en cuanto a medios, métodos, etc.?".

Esto del ser, tiene que ver también con la teoría del señor Gurdjieff, en parte. Sabemos también que la teoría del señor Gurdjieff tiene que ver con una determinada línea del budismo. Esto del ser, está relacionado con lo que en esa doctrina se entiende por un lado como esencia y por otro lado como personalidad. La esencia tendría que ver con el ser, tendría que ver con el "destino". Lo otro tendría que ver con el "accidente", con lo variable. El desarrollo del ser y de la personalidad no serían paralelos, etc. Es todo un problema el de que yo me ponga a explicar esta teoría acá. Resultaría más largo que la anécdota jocosa de hace un rato. Lo siento.

Pregunta: "¿Está de acuerdo con el concepto que da Gurdjieff a la palabra "despertar" y con los medios por él propuestos para tal fin?".

Es muy interesante el señor Gurdjieff. Tal vez en sentido profundo, el señor Gurdjieff use la palabra "despertar" tal como ha sido usada siempre por todos los “enviados" de que él habla. "Mientras vosotros dormís, yo velo", considera el señor Jesús. "Conciencia real, es conciencia despierta", afirma el señor Buda. Siempre todos estos particulares "pensadores" se preocupan por el problema del despertar. Tal vez el señor Gurdjieff se preocupe del mismo modo, claro que él un poco para conmover a la gente habla de los hombres máquina y de todas aquellas cuestiones que tienen a la gente atrapada. Pero sacando esa verborragia, esa forma de describir las cosas, seguramente el señor Gurdjieff se refiere al despertar en el mismo sentido en que se han referido todos estos instructores.

Sigue la pregunta: " ... con los medios que él propone para tal fin?".

(Yo no sé para quién estoy hablando en realidad y no sé, en el total de los aquí presentes, cuántos conocen ese sistema singular, pero si tienen un poco de paciencia los otros con tal de responder al que le interesa, seguimos).

Si los medios que el señor Gurdjieff propone, sirven simplemente como "test" por así decir, para que los experimentadores tomen conciencia de sus propias dificultades; si se entiende así eso, como para una vez descubiertas las propias deficiencias, uno pueda comprenderse mejor y desarrollarse, los métodos del señor Gurdjieff no son objetables... ¡Además son graciosos! Pero si se pretende que esos métodos no sólo sirven como sistema de test sino que ellos mágicamente, por arte de birlibirloque, provocan transformaciones esenciales en la gente, creo que son objetables.

A lo mejor el señor Gurdjieff lo explicó en el primer sentido y las cosas no se entendieron, como suele suceder.

Parece que quien busca la transformación es porque se encuentra mal y el que se encuentra mal y busca la transformación y busca recetas, genera un péndulo, una reacción, que aumenta su conflicto. No parece que buscando recetas se logre gran cosa, al contrario. Todo lo contrario. Mientras que si el que tiene conflicto, toma conciencia de su propio conflicto y lo entiende en profundidad, la cosa mejora. Si se trata entonces con el método del señor Gurdjieff, de tomar conciencia de los propios problemas, bien. Pero si se pretende que este método vaya (por ese solo arte) a transformar al hombre, mal. De manera que en la primera expectativa puede servir tanto ese método como cualquier otro. Lo importante es que nos haga tomar contacto con nuestras dificultades.

Pregunta: "¿Si no está de acuerdo, puede decir en qué, y expresar qué entiende sobre esos dos puntos?".

Creo que más o menos, eso estaría contestado.

Pregunta: "Conciencia de sí"; el "reino de los cielos" de Jesús; el "desapego" de Buda; el "satori" del Zen; la "Nueva Fuerza" de Alsogaray (Referencia a un partido político argentino de derecha y a su orientador principal (n. del e.).)... (RISAS)... -le ruego al que pregunta que no se ofenda, somos amigos- ¿son uno y lo mismo?".

Tal vez el reino de los cielos, el desapego del señor Buda y el satori del Zen, sean una y la misma cosa. Pero la conciencia de sí no es lo mismo que todo eso. La conciencia de sí es mucho más humilde. ¿Ustedes saben qué es esto del reino de los cielos? Claro, es una cosa muy enorme. ¡Pero si nosotros somos unos piojos!, seamos justos. Démonos cuenta del asunto. Estamos acá sentaditos, atraídos por la gravedad, con sed... ahora me voy a fumar un cigarrillo, ¿se fijan ustedes? Todo muy chato, físico, humano. Nosotros: físicos, humanos, chatos; estamos hablando simplemente de la conciencia de sí. Nuestro interés, es tratar como podamos, de ir revolucionándonos internamente. Entendiéndonos a nosotros mismos y a la realidad sin imágenes, sin fetiches, sin ensueños, sin hipnosis, sin creencias, sin “enseñanzas”, sin “maestros", sin armatostes que nos oprimen y no nos liberan. Nosotros no somos tan vanidosos como para argumentar sobre el reino de los cielos.

El reino de los cielos nos queda grande. El desapego del señor Buda nos queda grande... a menos que ellos hayan querido decir lo mismo, y luego se armó la complicación... (RISAS). Pero fíjense, nosotros volamos bajito.

Pregunta: "¿Los fracasados y los pobres de espíritu, son uno y lo mismo?".

Puede ser que sean lo mismo, o puede ser que no. Lo cierto es que hasta tanto alguien tenga sus ensueños .fuertemente disparados en una dirección, tenga sus ilusiones dirigidas en un sentido, es imposible ir a hablarle de estas cosas. Entonces, enhorabuena los fracasados. ¿Por qué? Porque podemos empezar a entendernos tomando un cafecito... (RISAS). ¿Me explico?

Lo que realmente nos importa es que si no hay existencial y profundamente la sensación de fracaso (y no de resentimiento), difícilmente deseemos empezar las cosas en otro sentido.

Pregunta: "Los estados indicados en primer término: conciencia de sí, el reino de los cielos, todo aquello, ¿no suponen la no existencia del núcleo de ensueño?".

No, no. La conciencia de sí no supone la no existencia del núcleo de ensueño. El núcleo de ensueño sigue trabajando. Es decir: nuestros gustos, nuestras tendencias, la vocación que tenemos, todo aquello sigue trabajando. Si en estos momentos mientras uno habla, se da cuenta de que está hablando y no está hipnotizado por una carita en particular; si en estos momentos uno no está ensoñando, sino manejándose con sus datos y sus relaciones, de todas maneras el núcleo sigue actuando. En uno persisten las mismas aspiraciones, tendencias y búsquedas.

Pregunta: "Cuando el maestro se va, los seguidores faltos de luz, enceguecen. Un movimiento de liberación interior proyectado a lo social, enfrenta una contradicción sin salida: o permanece como secta y de alguna manera desaparece, o se expande y se desvirtúa en esencia por la diferencia de niveles que se traduce en rito externo y en tergiversación. ¿O no?".

Veamos. Veamos cómo piensa el que escribe esto. Supongamos que ese movimiento de liberación interior tuviera como fin despertar a la gente. ¿Usted cree que importa que desaparezca o no desaparezca, si cumple con su función? ¿O es que somos exitistas? Para eso estudiemos en academias Pitman, y seamos triunfadores... (Referencia a una academia de dactilografía que usa el slogan de "el triunfador".) (RISAS).

Fíjense bien en lo que les pregunto: ¿es que las cosas que hacemos hay que hacerlas para que rindan su fruto? ¿O es que las cosas, en este sentido, se hacen sin importar que rindan o no su fruto? Se hacen, porque se hacen y sirven. Y punto. ¿Ven qué fácil? Sin necesidad de hablar de desapego... "hay que desapegarse", dicen algunos.

No, eso es rito. El fruto está en el hacer mismo, si el hacer tiene sentido.

De manera, que al que pregunta (afirmando) que: “un movimiento de liberación interior proyectado a lo social, enfrenta una contradicción sin salida: o permanece como secta y de alguna manera, desaparece", le digo: ¡enhorabuena!... "o se expande y se desvirtúa en esencia por la diferencia de niveles que se traduce en rito externo y en tergiversación", le respondo: ¡también sucede eso!

Ahora veamos esa segunda parte. ¿Quién pregunta esto? Pregunta justamente esto, alguien que nos ha estado hablando del reino de los cielos del señor Jesús, del desapego del señor Buda, del satori del Zen... ¿Les parece que quien pregunta en esos términos está, justamente él, suelto de espíritu como para hablar de que luego estas cosas se convierten en ritos externos? ¿Qué les parece? Piensen en eso que dicen los españoles: "la lengua va, donde la muela duele..." (RISAS).

Pregunta: "¿Captar la estructura de la conciencia como lo permanente, no es anular la subjetividad y lo individual? Es decir: que todas las conciencias, individuales no son más que parte de la gran estructura de la conciencia del planeta, y por consiguiente, las ideas subjetivas, ensueños y demás hipnosis, son la causa del desequilibrio del ser consciente. Porque estas hipnosis no le permiten ser armónico con esa estructura que podríamos llamar conciencia del mundo".

Acá hay mucho del señor Gurdjieff también. Ese viejito mete la cola... (RISAS). Por eso se llama Belcebú.

Captar la estructura de la conciencia como lo permanente, no es anular la subjetividad individual. Una cosa es mi conciencia individual fáctica de los hechos, la conciencia que ahora tengo y tienen ustedes mientras dialogamos, mientras monologamos... (RISAS)... y otra cosa es, que con un trabajo de reducción yo pueda llegar a la idea de la "conciencia". Esta idea de la "conciencia" no es ningún halo raro que anda por ahí flotando. Veamos: ¿lograr la idea de "casa" es anular las casas individuales? ¿No será más bien que, de las casas que yo veo saco la estructura conceptual de "casa"? ¿Entienden la diferencia entre el simple objeto y el concepto del objeto?

Cuando yo hablo de la estructura de la conciencia en general, válida para mi conciencia y la conciencia de todo el género humano y cuando llego en otro paso a la misma conclusión de Brentano de que toda conciencia es intencionalidad, yo no estoy anulando nada. Simplemente estoy haciendo reducciones conceptuales.

Así es que a la pregunta: "¿Captar la estructura de la conciencia como lo permanente, no es anular la subjetividad individual?", respondo: no. Captar la esencia de "casa", no es anular las casas. Es simplemente un trabajo lógico (como en la pizarra escolar). No pasa nada con que uno ponga en la pizarra para estudiar Lógica: "Juan ama a María". Ni Juan ni María lo sienten... no son más que abstracciones.

Se sigue explicando: " ... es decir, que todas las conciencias individuales no son más que partes de la gran estructura de la conciencia del planeta". Nosotros no hemos dicho que sean partes de la estructura del planeta. Hemos dicho del mundo, pero "mundo" para nosotros no es planeta, no. La idea de "mundo" se refiere a la externidad, a las cosas, por así decir. En lugar de decir: "las cosas en general", decimos el "mundo", señalando algo más que las cosas en general. Decimos, las cosas en general estructuradas. Eso es mundo. Esto es conceptual, no es físico. Me parece que el que pregunta, objetiva las cosas en sentido material. En este caso no es legítimo, no está en el plano de nuestro discurrir.

" ... todas las conciencias individuales no son más que partes de la gran estructura del planeta...”. No, no decimos eso. Decimos que todas las conciencias individuales tienen estructura y que sabemos cuál es la estructura de las conciencias individuales, porque todas ellas para ser conciencia, tienen que tener una estructura determinada, con sus características determinadas; que corresponden a toda posible conciencia. Pero no es que veamos tampoco a lo Plotino una especie de Idea emanantista, una gran conciencia y que de esta conciencia vienen bajando las conciencias particulares.

Muchos de los que preguntan se van muy alto: nada de planeta; nada de anulación de conciencias individuales; nada de que las conciencias son partes de una gran estructura mental, no. Las conciencias individuales tienen estructuras y estas estructuras responden a las características esenciales de acuerdo a aquello que es conciencia. Para ser conciencias tienen que manifestarse dentro de ciertos parámetros y eso es todo.

Continúa: "...las ideas subjetivas, ensueños y demás hipnosis, son la causa del desequilibrio del ser consciente, porque esas hipnosis no le permiten ser armónico con esa estructura que , podríamos llamar conciencia, del mundo".

Acá la frase "conciencia del mundo" está tomada de nuevo en un sentido muy distinto al que nosotros le damos.

No es legítimo extraer consecuencias inmediatas con este trabajo de la meditación trascendental. Ya les dije que era muy poco práctico este trabajo, no tiene consecuencias inmediatas como para saber si el mundo está desequilibrado, si hay guerras porque algo pasa con la conciencia cósmica, etc. No, nuestro trabajo es muy poco práctico. Es para especialistas que se preocupan por andar estudiando cómo es la estructura de la conciencia en general, cómo es la estructura del mundo en general y cómo conciencia y mundo son una misma estructura. Pero no se han de preocupar por las consecuencias que inmediatamente esto pueda tener.

Pregunta: "Los últimos 1972 años de Occidente están regidos por el mito del envío del hijo de Dios a la Tierra, muerto y resucitado para la salvación de los hombres. Este mito jerarquizó la vida y le dio sentido. Creo que es evidente que este mito está tocando a su fin. ¿Cuál será, según usted, el mito que vuelva a dar sentido a nuestra existencia? ¿Hay alguno?".

Yo no sé si estos 1972 años de Occidente han sido regidos por el mito del enviado del hijo de Dios, o si una casta sacerdotal utilizó ese mito, o si el proceso histórico mismo fue moviéndose simultáneamente con el mito y el mito no determinó el proceso... todo esto no lo sé. Lo que sí sé es que ese mito, en algún sentido, puede haber jerarquizado la vida en algún momento histórico. También pienso que este mito (como todo ensueño; un ensueño social, salvacionista, una especie de núcleo de ensueño de Occidente) le dio sentido a la vida de mucha gente, como dan sentido los ensueños.

Y dice él: "creo que es evidente que este mito está tocando a su fin -tal vez se esté desgastando este ensueño. Es muy probable que este ensueño se esté desgastando ahora más que nunca-, cuál sería, según usted, el mito que vuelva a dar sentido a nuestra existencia. ¿Hay alguno?". Puede ser que haya algún nuevo mito que pueda dar sentido a nuestra existencia, ¿pero qué quiere usted? Si quiere un nuevo ensueño que dé, sentido a su existencia, puede lograrlo. Hay religiones; hay cada día más superchería; hay conciencia emocionada, conciencia mágica, conciencia salvacionista, conciencia mesiánica... ¡claro que la hay! ¿Quiere usted eso? ¿O quiere tener conciencia de usted mismo y descubrir sus conflictos?

Yo creo que hay nuevos mitos y va a haber nuevos mitos, pero no creo que eso vaya a solucionar el conflicto del hombre. Ahora se trata de que el hombre empiece a pensar por sí solo, sin custodias de ningún tipo; ni templos; ni sacerdotes; ni fetiches, ¿no es cierto? No es éste el problema, si de algún mito va a salir nuestra salvación, si de algún ensueño va a haber una nueva orientación del hombre. Nuestro problema es ver la raíz de los conflictos, es aprender a ver y es tomar conciencia de sí mismo.

Pregunta: "Pienso que la magnitud de la represión a la que se refirió en la primera conferencia, es más un rebote de la respuesta actual del sistema a una situación política dada, que a la doctrina. De acusar el golpe lo haría en forma mediata, o por desconfianza a lo que desconoce. Si esto lo desvía del objetivo de su conferencia no le preste demasiada atención".

Es una consideración. En general, coincidimos.

Pregunta: "Ayer se refirió nuevamente al primer paso. ¿Podría decirme si hay algunas técnicas para poder aplicarlas al primer paso de la meditación trascendental o a la meditación simple?".

Si es la meditación simple, se trata de pasar revista a lo que ha sucedido, de ahondar las causas de conflicto que ha habido durante el día y de ver dónde están los ensueños desviando continuamente. Fácilmente puede poner esto en marcha cualquier ciudadano.

Si se trata del primer paso de meditación trascendental, le digo esto: en el aprender a ver no se trata nada más que de percibir un objeto con toda la atención posible, y descubrir (precisamente para que no repita lo que ha escuchado, sino para que lo comprenda) que cuando usted trata de ver algo con atención, no puede hacerlo durante mucho tiempo porque inmediatamente los ensueños pueblan su mente. El primer paso nos pone en contacto y nos descubre el mundo de los ensueños. Eso es todo lo que pasa con el primer paso. No sucede nada extraordinario en la conciencia de uno, uno va descubriendo cosas. Eso es todo.

Bien, vamos a ser bastante breves, porque se trata nada más que de un repasito sobre nuestro tema.

Tratemos de encuadrar, en primer término, a esto de la meditación trascendental dentro de un sistema mayor. La meditación trascendental no está en el aire, no está colgada. En lo que nosotros llamamos "doctrina", el caso de la meditación trascendental es un pequeño caso, un punto, que ahora estamos desarrollando y nos parece una cosa grande porque es nuestro tema de exposición. En el cuerpo de doctrina, tiene muy poca importancia esto de la meditación trascendental. Digamos que a nosotros nos preocupan, en el cuerpo de doctrina, ciertos problemas de leyes universales, ciertos problemas de método; nos preocupa la estructura del universo, los procesos históricos, la estructura del hombre.

Dentro de la estructura del hombre nos encontramos en nuestros estudios, con muchísimas cosas. Uno de los puntos de la estructura del hombre es el punto del ensueño que encuadramos en el gran tema de los niveles de conciencia. Dentro de los niveles de conciencia descubrimos éstos de sueño profundo, semi-sueño, vigilia, conciencia de sí y de una posible conciencia objetiva.

Bien, la meditación trascendental, entonces, sería un caso particular de investigación dentro de los niveles de conciencia.

En los libros que andan circulando por, ahí, que se refieren a cuestiones de nuestra doctrina, van a ver que de meditación trascendental se habla en algún - párrafo sólo al pasar.

Ese es el encuadramiento que quería transmitirles, para que no se magnifique a esto más de la cuenta.

Habíamos dicho en las otras tres charlas mas o menos esto:

En épocas críticas surge la conciencia emocionada colectiva, que convierte en fetiches a valores de todo tipo. Fetiches externos e internos. La fuga social, la ritualización se imponen. La superchería crece.

Por tanto, muchos sistemas de tipo orientalista, por ejemplo, distorsionan importantes posibilidades de desarrollo. Tal es el caso de la "meditación" fantasiosa y deformada.

La meditación en sentido correcto no es oración, no es concentración, no es meditación vulgar como simple divagación y no es tampoco ritualización.

La meditación simple, es atender a los hechos sin ensueño.

Es pasar revista a los hechos del día, comprendiendo cómo los ensueños se han presentado y cuáles son las raíces de los propios problemas y del sufrimiento.

Pero, para comprender los ensueños, hemos debido previamente caracterizarlos. Hemos establecido diferencias entre ensueños y núcleo de ensueño.

Esto nos llevó al problema de la investigación de los niveles y así hablamos del sueño, del semi-sueño, de la vigilia, de la conciencia de sí y de otra hipotética posibilidad de conciencia.

La simple meditación habilita la conciencia de sí, mientras que la meditación trascendental nos permite investigar la posibilidad de otro nivel de conciencia.

Este nivel, supuestamente objetivo, en el que la subjetividad y el mundo dejan de estar separados, para fusionarse en la misma estructura.

La meditación trascendental trabaja no con objetos, sino con actos de conciencia. Estos actos se refieren no a representaciones, sino a estructuras esenciales.

Trascendiendo los sentidos, la memoria, el encadenamiento del pensar; la meditación trascendental nos pone en presencia de un mundo trascendental real, que es el mundo tanto de la mente como el de las cosas en su última raíz.

En el primer paso dijimos: "aprender a ver". o atención a la percepción. Allí descubrí el mecanismo de los ensueños.

Segundo: "ver en todas las cosas los sentidos". Distinguí, entre percepción y cosa percibido y advertí que cotidianamente tal distinción no aparece, sino que por el contrario, ambas aparecen fundidas en un mismo acto-objeto. Allí descubrí el mecanismo de la identificación.

Tercero: "ver en los sentidos la conciencia". Comprobé que la estructura de la percepción no está en los sentidos, sino en la conciencia, e inferí que de acuerdo a cómo se organice la conciencia, se presenta la imagen del mundo.

De tal modo que si por cualquier motivo varío la conciencia, varío también la interpretación de los datos sensoriales. Allí descubrí el mecanismo de la ilusión.

Cuarto: "ver en la conciencia la memoria". En ese momento advertí que de todas maneras, la estructura de la conciencia depende de las grabaciones anteriores y que los mecanismos de comprensión dependen de ella.

Así, todo tipo de relación y comprensión depende de datos que sirven de materia prima a la conciencia. Allí descubrí el mecanismo de comprensión.

Quinto: "ver en la memoria la tendencia". Aquí es que experimenté que toda representación y, en general, todo objeto de conciencia está relacionado con actos y que las retenciones de la memoria se actualizan de continuo frente a cualquier nuevo acto que se proponga la conciencia.

Todo acto de conciencia trabaja con retenciones, actualizaciones, o protensiones. Aunque trabaje futurizando, lo hace actualizando memoria. Esta tendencia de la memoria es inevitable y no depende de ella misma. Allí descubrí el mecanismo de intencionalidad.

Sexto: "ver en la tendencia el encadenamiento". Observé que aun logrando prescindir de las representaciones (en el esfuerzo por eliminarlas, por ejemplo), surgen de todas maneras: expectativas, resistencias mentales, etc., que me ponen en presencia de una suerte de inercia estructural. Allí descubrí el determinismo de la conciencia.

Séptimo: "ver en el encadenamiento lo permanente". Observé que no obstante la variación de las expectativas, de las resistencias, de los actos y de los instantes de conciencia; no obstante éstas y todas las variaciones que se me ocurran, lo permanente es el encadenamiento de la conciencia, la inevitabilidad de su propia estructura. Esto permanece.

Octavo: "ver lo permanente en uno y todo". Este paso provoca la sensación de una suerte de salto mortal hacia afuera. Aparentemente, es ilegítimo dentro del desarrollo metódico llevado hasta él.

Se observa que, aunque los fenómenos internos sean diversos, están encadenados en estructura. Volviendo al nivel de simple percepción, vemos que también ella es estructurada por la conciencia.

Y observando que conciencias distintas obtienen, indubitablemente, por estos mismos pasos que hemos estado haciendo, la misma conclusión de estructuralidad de la conciencia (no obstante la diversidad de los fenómenos particulares), podemos inferir que el problema de la intersubjetividad puede resolverse por vía estructural.

De modo que la intersubjetividad se resuelve a nivel esencial, diríamos, y no a nivel de contingencias fenoménicas, aunque éstas (variables como son) nos permiten obtener los datos que luego pueden ser reducidos.

La identidad es lo permanente y la diversidad es variable. La relación de la conciencia con el mundo, es inicialmente variable y contingente, pero en última reducción, también los fenómenos aparecen encadenados en estructura.

En definitiva: descubrimos que la conciencia aparece como el acto del "mundo" y el "mundo" como el objeto de la conciencia. Así pues, la intersubjetividad y la relación con el mundo, pueden ser comprendidas a nivel de esencias o ideas esenciales.

La estructura esencial "conciencia-mundo" es permanente. Bajando de nivel y muy rápidamente, digamos que "conciencia'.' y "mundo" se identifican estructuralmente y que no es legítimo establecer dicotomías, sino entender que se trata de una misma realidad.

Noveno: "ver la forma permanente en acción". 

La esencia estructural es designada por nosotros: "Forma". Podría ser designada de otro modo. Pues bien, esta forma permanente aparece aún en la diversidad de los fenómenos, sean primariamente objetivos o subjetivos.

La forma permanente no depende de los fenómenos, sino que éstos dependen de ella como posibilidad. Aun antes de la existencia de los fenómenos, debe existir su posibilidad estructural para que ellos se manifiesten.

La forma estructural en ese sentido lógico y no místico, por supuesto, aparece tras todo fenómeno y actúa por propia necesidad y no por necesidad de los entes particulares.

Décimo: "ver lo que no es movimiento-forma". Consideramos que puede intuirse un ámbito ajeno al movimiento-forma, que no surge como la "nada". Sino simplemente como aquello que no es movimiento-forma.

En efecto, puede intuirse, por ejemplo, un oscurecimiento del ser, un ocultamiento del ser que no es "nada". En un ejemplo muy sencillo, podemos comprender que un ente puede tener su complemento y que este complemento que no es aquél, de alguna manera tiene que ver con él y con su propio nivel. El complemento de A no es A, sin embargo, tiene relación con A.

Undécimo: "ver lo que es y lo que no es, como lo mismo". Se comprende el movimiento-forma y a lo que no es movimiento forma como lo que es y de algún modo estructurados también el uno y el otro, aunque a otro nivel. Se comprende al ser y al oscurecimiento del ser como estructurados.

Se entiende a A y a su complemento que no es A, como completándose, siendo y fundiéndose en otra estructura. En una estructura que los asume y que los caracteriza como lo mismo-fundido.

Duodécimo: "ver en uno y en todo, lo mismo". Se observa que el mundo y por consiguiente la conciencia (ya que están relacionados como hemos visto) y cada cosa, son en la raíz, e independientemente de los fenómenos particulares, lo mismo.

Es como si dijéramos aquí que la substancia de todo en el universo: de la mente, del átomo y de las galaxias, fuera lo mismo (independientemente de sus características accidentales). Pero esto último que decimos es nada más que un ejemplo. Explicamos semejante cosa sólo para ilustrar.

Y con esto terminamos nuestras charlas sobre meditación trascendental. Nada más, muchas gracias.

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Meditación Trascendental - Explicación - H. van Doren - http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/07/meditacion-trascendental-explicacion-h.html

Meditación Trascendental - Introducción - H. van Doren - http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/07/meditacion-trascendental-introduccion-h.html

Meditación Trascendental - Primera Conferencia - H. van Doren - http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/07/meditacion-trascendental-primera.html

Meditación Trascendental - Segunda Conferencia - H. van Doren - http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/07/meditacion-trascendental-segunda.html

Meditación Trascendental - Tercera Conferencia - H. van Doren - http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/07/meditacion-trascendental-tercera.html

Meditación Trascendental - Cuarta Conferencia - H. van Doren -


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Meditación Trascendental - H.van Doren - Es propiedad del autor
Editorial Transmutación - Inscripción Nº 40.946 -Impreso en Chile

Se terminó de imprimir el 19 de enero de 1973
Sociedad Impresora Camilo Henríquez Ltda.
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